Teresa de la Parra
Ana Teresa Parra Sanojo nació en París un 5 de octubre de 1889 para convertirse en una de las más destacadas creadoras de la literatura venezolana. Incursionó en el mundo de las letras de la mano del periodismo y escribió dos novelas que la inmortalizaron en toda América: “Ifigenia y Memorias de Mamá Blanca”
Rafael Parra Hernaiz e Isabel Sanojo de Parra, ambos venezolanos y residenciados en París, trajeron al mundo a una niña a quien pondrían el nombre de Ana Teresa y que años más tarde se convertiría en escritora bajo el seudónimo de Teresa de la Parra.
Cuando Ana Teresa apenas tenía dos años de edad, fue traída a Venezuela donde disfrutó de su infancia en la tranquila hacienda "El Tazón", propiedad de la familia ubicada entre Turmerito y Piedra Azul.
En 1906, a los ocho años de edad, muere el padre de Ana Teresa y su Madre decide regresar a Europa. Isabel Sanojo de Parra se establece en España con sus seis hijos y Ana Teresa ingresa al Colegio "Sacrè Coeur" de la ciudad de Valencia, donde entra en contacto con las obras de escritores como Guy Muapassant, Catulle Méndez y Valle-Inclán, quienes ejercerían gran influencia en su formación literaria.
Al finalizar sus estudios en el colegio, en 1915, Ana Teresa viaja a París, donde permanece un tiempo antes de volver a Caracas. Para este momento ya había escrito varios cuentos bajo el seudónimo de “Fru-Fru”.
Su regreso a Venezuela, en plena dictadura Gomecista, le permite recoger vivencias que significarían una gran influencia en el desarrollo de su narrativa. Desde su llegada al país Ana Teresa comienza a revelarse como escritora gracias a varios artículos publicados en diferentes diarios capitalinos.
El éxito de sus cuentos y artículos, publicados en los periódicos caraqueños, la impulsa a escribir su primera novela, el “Diario de una Señorita”, título que cambiaría momentos antes de su publicación por el de “Ifigenia”. En 1924, esta obra, editada bajo el seudónimo de Teresa de la Parra, obtuvo el primer premio en un concurso literario de la Ciudad de París, auspiciado por el Instituto Hispanoamericano de la Cultura Francesa.
En 1927, Ana Teresa viaja a Cuba para representar a Venezuela en la Conferencia Interamericana de Periodistas. En la reunión dio un discurso sobre "La Influencia Oculta de las Mujeres en la Independencia y en la vida de Bolívar". De la isla pasa a Colombia para dictar en Bogotá tres Conferencias sobre “La Importancia de la Mujer en la Colonia y la Independencia”.
Ana Teresa viaja nuevamente a Europa, donde inicia su segunda Novela “Memorias de Mamá Blanca”, la cual publica en París en 1929. Ese mismo año regresa a Venezuela pero su permanencia en el país fue corta debido a que contrae Tuberculosis y regresa a Europa, donde se interna en un sanatorio en Suiza.
Poco antes de su muerte, Ana Teresa se traslada a Madrid para morir en paz. Fallece en la capital española el 23 de abril de 1936.
Ana Teresa Parra Sanojo nació en París un 5 de octubre de 1889 para convertirse en una de las más destacadas creadoras de la literatura venezolana. Incursionó en el mundo de las letras de la mano del periodismo y escribió dos novelas que la inmortalizaron en toda América: “Ifigenia y Memorias de Mamá Blanca”
Rafael Parra Hernaiz e Isabel Sanojo de Parra, ambos venezolanos y residenciados en París, trajeron al mundo a una niña a quien pondrían el nombre de Ana Teresa y que años más tarde se convertiría en escritora bajo el seudónimo de Teresa de la Parra.
Cuando Ana Teresa apenas tenía dos años de edad, fue traída a Venezuela donde disfrutó de su infancia en la tranquila hacienda "El Tazón", propiedad de la familia ubicada entre Turmerito y Piedra Azul.
En 1906, a los ocho años de edad, muere el padre de Ana Teresa y su Madre decide regresar a Europa. Isabel Sanojo de Parra se establece en España con sus seis hijos y Ana Teresa ingresa al Colegio "Sacrè Coeur" de la ciudad de Valencia, donde entra en contacto con las obras de escritores como Guy Muapassant, Catulle Méndez y Valle-Inclán, quienes ejercerían gran influencia en su formación literaria.
Al finalizar sus estudios en el colegio, en 1915, Ana Teresa viaja a París, donde permanece un tiempo antes de volver a Caracas. Para este momento ya había escrito varios cuentos bajo el seudónimo de “Fru-Fru”.
Su regreso a Venezuela, en plena dictadura Gomecista, le permite recoger vivencias que significarían una gran influencia en el desarrollo de su narrativa. Desde su llegada al país Ana Teresa comienza a revelarse como escritora gracias a varios artículos publicados en diferentes diarios capitalinos.
El éxito de sus cuentos y artículos, publicados en los periódicos caraqueños, la impulsa a escribir su primera novela, el “Diario de una Señorita”, título que cambiaría momentos antes de su publicación por el de “Ifigenia”. En 1924, esta obra, editada bajo el seudónimo de Teresa de la Parra, obtuvo el primer premio en un concurso literario de la Ciudad de París, auspiciado por el Instituto Hispanoamericano de la Cultura Francesa.
En 1927, Ana Teresa viaja a Cuba para representar a Venezuela en la Conferencia Interamericana de Periodistas. En la reunión dio un discurso sobre "La Influencia Oculta de las Mujeres en la Independencia y en la vida de Bolívar". De la isla pasa a Colombia para dictar en Bogotá tres Conferencias sobre “La Importancia de la Mujer en la Colonia y la Independencia”.
Ana Teresa viaja nuevamente a Europa, donde inicia su segunda Novela “Memorias de Mamá Blanca”, la cual publica en París en 1929. Ese mismo año regresa a Venezuela pero su permanencia en el país fue corta debido a que contrae Tuberculosis y regresa a Europa, donde se interna en un sanatorio en Suiza.
Poco antes de su muerte, Ana Teresa se traslada a Madrid para morir en paz. Fallece en la capital española el 23 de abril de 1936.
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